Hace aproximadamente nueve meses que no piso un salón de clases; una escuela, sin embargo aún mantengo el recuerdo de lo que esto era para mí. Era como lanzar una moneda al aire; nunca sabía lo que me esperaba. Había días buenos y malos; algunos tan buenos que no quería que acabaran, y otros tan malos que simplemente no soportaba. No obstante, el último día de clases, a todos nos cayó por sorpresa.
Recuerdo esa última mañana en la escuela, incluso con pants y sudadera el perfume nunca faltaba. Entré al salón y vi a mis amigos más puntuales jugando cartas, algunos haciendo tarea; nunca sabía bien lo que estaban haciendo. Mi lugar se encontraba justo a lado de la puerta, dejé mi mochila sobre el piso y mi amiga llegó. - ¡Amigo!, te tengo que contar algo- salimos a las bancas de la cafetería y me contó sobre sus clases de Gimnasia. Luego, el timbre de la escuela sonó y todos a sus salones. Las clases empezaron.
Estábamos en clase de filosofía, el tema era Coronavirus; el maestro nos comentó que se había registrado el primer caso de Covid-19 en México, más tarde nos dijo que probablemente tomaríamos clases virtuales por un mes. No le hicimos mucho caso. Terminando la clase me tocaba área, salí del salón a tomar aire y me sentía indispuesto para la siguiente clase: psicología.
Resulta que la clase trató de lo mismo, fue un debatir sobre la gravedad del virus. Luego sonó el timbre del receso y salí normal como cualquier día, platicando con mis amigos comentaban que los supermercados estaban escasos, que no había papel de baño, lo cual me sorprendió mucho. Al final terminó el receso y regresamos al salón. La dirección convoco a reunión escolar en la sala de conferencias. Coronavirus fue el tema de nuevo.
Cuando llegamos todo fue muy extraño puesto que la sillas estaban distribuidas de manera atípica y nos sentaron divididos. La directora procedió a introducir el tema y cedió la palabra a un maestro que nos iba a explicar la magnitud del virus. Yo recuerdo que ya estaba harto del tema. Cuando el maestro pronunció sus últimas palabras fue que todos reaccionamos, nos dijeron que era nuestro último día de clases y que continuaríamos de manera online por un mes.
La conferencia fue tan larga que duro hasta la hora de salida, recuerdo que estaba abrumado de tanto. Salí a comer esa tarde con unas amigas y fuimos platicando sobre el tema todo el camino, incluso nos llegamos a reír de haber salido a pasear en vez de irnos a nuestras casas. La cuarentena ya se tenía que iniciar ese día.
Finalmente terminó esa tarde y llegué a casa, mi mamá me dijo que no iba a salir a ningún lado y que ojala hubiera disfrutado la tarde. Hoy creo que no la disfrute como debía; se supondría que sólo sería un mes y es la hora que no he vuelto a ver a ningún amigo ni amiga.
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