Hace dos años que fue descubierta en Wuhan China la nueva sepa de Coronavirus que causó la enfermedad Covid-19 que azotó y sigue azotando al mundo. Toda esta situación al pasar de los meses ha traído consigo otra pandemia y no necesariamente de un virus biológico, sino educativa. La deserción académica ha incrementado drásticamente y el número de alumnos que abandonan sus estudios es mayor. Según datos de la ONU “los cierres de los espacios educativos y de aprendizaje han afectado al 94% de la población estudiantil mundial”. Con motivo de la pandemia, las brechas de desigualdad se han incrementado, no todos tienen la oportunidad de tomar clases a distancia de calidad y esta crisis puede llevar a las poblaciones más pobres a una pérdida de aprendizaje irrecuperable, empujar al abandono de muchos estudiantes o a la dificultad para reiniciar las tareas escolares futuras debido a dificultades económicas generadas por la crisis. En varios países, sino que, en todo el mundo, resulta
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